MEDITACIÓN DE LA LUNA LLENA
RECOMENDACIONES
Vestidos de blanco, si se puede.
Si la meditación no se realiza al aire libre preparar un altar en el que deben estar presentes los cuatro elementos: Tierra, Agua, Aire y Fuego.
Una vela blanca encendida delante de cada uno y otra en el centro del círculo.
Que se coloquen en el interior del círculo aquellas personas que no están acostumbradas a este tipo de meditación.
Al darse las manos, colocar la izquierda hacia arriba (entrada) y la derecha hacia abajo (salida).
QUÉ HAY QUE TRAER:
Una vela blanca.
Un cuarzo de cualquier tipo, que nos acompañará durante todo el ciclo, hasta que lo entreguemos a la Tierra el 20 de julio de 2016.
PROPÓSITO
LA LEALTAD
CICLO: LOS VALORES DE LA UNIDAD
La lealtad es un valor que me impulsa avanzar en unidad con mi corazón, confiando en mí sin traicionarme. Creo en mí y me sostengo sobre mi propio eje. Avanzo y continúo, a pesar del temporal. Creo en mí, incluso cuando los demás no están de acuerdo con mis creencias o con mi manera de actuar. La lealtad a mí mismo implica que no dejo de ser mi mejor amigo, nunca.
Para eso escucho con humildad la opinión ajena, pero sin permitir que esa opinión me hunda o me detenga. Humildad no es lo mismo que inseguridad. Humildad es la actitud de evolución constante que me lleva observarme, para darme cuenta de cuándo es mi ego herido o mi ego controlador el que se impone y no, mi corazón. Es escuchar al otro con el corazón, para valorar si su opinión tiene algo que aportarme, pero sin permitir que esa opinión se convierta en mi verdad y, mucho menos, sin dejar que esa opinión me hunda o me limite. La lealtad hacia mí mismo me pide confianza en mí. La humildad me pide una actitud de observación interna.
La opinión de los demás puede servirme para darme cuenta y enmendar un error o reparar un daño, pero nunca debe hundirme en la desconfianza o en la incomprensión, porque debo ser yo mi mejor amigo, la persona que siempre estará ahí para abrazarme y entregarme amor.
La lealtad implica confianza y seguridad y, a veces, tomar decisiones que me apartan de otras personas. Cuando eso sucede debo mantenerme en contacto con mi corazón, para que sea el alma la que guíe el proceso y mi mente no se quede atrapada en el dolor, la sensación de injusticia o en la incomprensión. A la mente le resulta muy fácil jugar a ese juego. Por eso es importante que siga en contacto con mi alma, porque ella comprende, respeta y reconoce la luz en cada corazón. Ella me ayudará a mantenerme fiel a mí mismo, a pesar de la incomprensión ajena, a no perder el equilibrio, a seguir confiando en mí. Así, conectado con mi propia luz interna, podré ser fiel a los demás, emitir lealtad con mis pensamientos, actos y palabras, que estarán destinados a comprender, respetar y amar todo proceso humano y no, a juzgar, criticar o reprochar, ni siquiera internamente.
Cuando me mantengo fiel a mí mismo puedo ser fiel a los demás. Cuando soy leal a mi alma, la duda y la inseguridad se apartan de mí. Entonces, nada me tumba, ni me desequilibra, porque soy yo el eje fuerte que sostiene cualquier incomprensión, cualquier dolor. No puedo ser leal a otros si antes no soy leal a mí.
PREPARACIÓN
Cierra los ojos y disponte a relajarte.
PAUSA
Realiza tres respiraciones profundas
PAUSA (20 segundos)
Siente el hilo de luz que conecta tu alma, desde el centro de tu pecho,
con la Fuente y con el corazón de la Tierra.
Repite interiormente:Yo soy uno en mí.Siente cómo se fusionan tu mente y tu corazón.
Yo soy uno con todos los seres que habitan en este planeta. Fusiónate con la Tierra.
Yo soy uno con el universo. Fusiónate con él.Siente cada parte de este decreto como una realidad.
Ahora imagina que desciende desde la Fuente un baño de luz violeta a tu alrededor.
Es como un tubo de luz violeta que te envuelve por completo,
que pasa a través de ti, hasta alcanzar el corazón de la Tierra.
Continúa inhalando y exhalando e imagina que, con cada respiración,
vas liberándote de pensamientos y emociones que te apartan de tu equilibrio interior.
Esa luz violeta los absorbe y los convierte en luz.
Chispas de luz violeta que van descendiendo por ese tubo de luz hasta el corazón de la Tierra.
Un tubo de luz que se amplía hasta abarcar toda tu aura.
Todo tu campo energético queda ahora bañado por luz violeta,
desde la Fuente hasta el corazón de la Tierra.
Siente la liberación que esta luz te ofrece.Observa cómo cualquier rastro de densidad se convierte en luz y desciende hacia el corazón de Gaia.
Ella lo recibe con amorPy te agradece tu ofrenda.
La luz violeta te ayuda a elevar tu vibración,a equilibrarte, a transformar tu energía en pura luz,luz que la Tierra recibe y baña con su propia luz, con su amor infinito.
Un amor que ahora te entrega para que sientas la unidad con ella.
Siente el abrazo de la Tierra llegando a ti, en este momento,
pasando por la parte inferior de tu cuerpo y ascendiendo lentamente hasta tu corazón.
En tu corazón despierta la llamada.Gaia te anima a ser tú mismo, el ser de luz que eres en verdad
y a caminar sobre este planeta con seguridad y confianza.
La Fuente quiere unirse a este reencuentro
y te entrega ahora un baño de luz blanca brillante,
que va pasando desde la parte superior de tu cuerpo hasta tu corazón.Y a través de ti al interior de la Tierra.Siente la llamada de la Fuente, de la luz original de la que un día partiste,
impulsándote para que seas tú mismo, con seguridad y confianza en ti,para que permitas que el alma sabia y luminosa que llevas dentro pueda manifestarse en el mundo.
Luz y materia, materia y luz. Todo forma parte del Uno.
Siéntelo como una certeza en tu corazón.Y envuélvete así en la frecuencia de unidad, que es la energía de la Nueva Tierra.
Permite que tu alma se expanda ahora, inmersa en esa frecuencia, desde el centro de tu pecho.
Deja que tu propia luz te abarque por completo.
Siente la paz que se origina en contacto con el ser de luz que habita en ti.
Esa luz es inmensamente sabia,
recuerda quién eres y para qué has venido.
Permítele que te lo muestre.
Deja que tu alma te enseñe cuál es el camino que tú mismo anhelaste transitar antes de nacer.
¿Quien viniste a ser?¿Para que estás aquí?
Date cuenta de cómo ese camino está relacionado con tus anhelos más profundos,
con eso que siempre quisiste hacer y, tal vez, no te atreviste.
Concédete el regalo de imaginar cómo sería.
¿Cómo sería si te atrevieras a avanzar en esa dirección,
la que te sugiere tu alma, con seguridad y confianza?
Percibe cómo te sientes al avanzar hacia ahí.
Siente cómo se apartan de ti la tristeza,la apatía o cualquier otra emoción que te impida vibrar en la alegría.
Cuando avanzas en la dirección que te pide tu alma recuperas la plenitud en tu interior.
Y entonces te sientes lleno de ti mismo y lleno de vida.
¿Comprendes por qué es importante que, en primer lugar, seas leal a ti?
Cuando eliges palabras y acciones que te apartan de tu sentir, del mensaje de tu alma,te traicionas sin querer.Entonces se genera un pequeño enfado en tu interior.
Un enfado que va creciendo con el tiempo,mientras permaneces en desconexión interna,
dejando de escuchar a la voz de tu corazón,para hacerle caso a otras directrices, que nada tienen que ver con tu propósito de vida,ni con tu conexión con Dios.
Dios se encuentra en tu interior. Es tu alma.
Tu alma es una parte de la gran luz infinita que todo lo creó.
Dios te guía constantemente, desde el corazón.Eres tú el ser más sabio del mundo para guiar tu propia vida.Sólo tu propia vida; no, la de los demás.
La lealtad a ti mismo te convierte en tu mejor amigo.
Mírate así. Imagínate frente a ti como otro yo que te mira a los ojos directamente.
Abrázate con amor.
Ofrécete consuelo, si lo consideras necesario.Ofrécete comprensión.ofrécete amor.
Mírate a los ojos y dite cuánto confías en ti.Observa la luz que brilla en el centro de tu pecho,
en el centro de ese otro yo que eres tú.Y date cuenta de tu inmensa belleza interna,de tu gran fortaleza,del plan de vida tan hermoso que viniste a cumplir.
Eres inmensamente luminoso.
No puede estar equivocado lo que emerge de tu luz.
Avanza en unidad contigo mismo,
haciendo caso de lo que te pide el corazóny verás como pronto se equilibra tu vida
y vuelves a vibrar plenamente en el amor.
Cuando actúas con lealtad hacia ti mismo puedes actuar con lealtad hacia los demás.
Esa lealtad no implica que dejes de ser tú.Y, mucho menos, que dejes de escuchar la llamada de tu alma.La lealtad al otro implica respeto, serenidad y amor.
Llevar a cabo las decisiones que, tal vez, resulten dolorosas,desde el corazón, apartándote de la tendencia a juzgar o a criticar,
porque eso causa heridas en el otro y probablemente en ti.
PAUSA (10 segundos)Si existe en tu vida una situación como ésta
proyecta la imagen de esa persona ahora, frente a ti.
Siente la luz de tu alma brillando plenamente,en el centro de tu pecho y a tu alrededor, antes de hablar.Y en conexión con ella expresa tu verdad,sin acusar,sólo desde tu sentir.
Con amor y con respeto.Explícale por qué necesitas ser leal a ti.
Siente cómo regresa a ti toda tu energía,toda la energía que quedó estancada en esa situación.
Si así lo deseas puedes disolver ahora con tu mano los cordones energéticos que te ataban a esa situación que te impedía ser tú, que te impedía ser leal a ti.
Hazlo con amor.Una espiral de luz arco iris te envuelve.
Y te ayuda a sostener esta decisión:Voy a ser leal a mí mismo, a mi corazón.Voy a caminar sobre la Tierra con confianza en mí,tomando los obstáculos como pruebas de evolución,
respetando cada proceso humano, sin perderme en la desconexión.
Siendo yo mismo y permitiendo al otro ser quien decide ser.
La luz arcoíris te envuelve y te impregna.restableciendo el equilibrio pleno en tu interior.
Un arcoíris surge del centro de tu pecho.Va directo hacia el centro de este círculo.
Para crear en unidad una gran esfera de luz arcoíris, que ayude a recordar.
En el interior de esa esfera se encuentra ese bebé,el que somos todos, la nueva humanidad,
que ya se encuentra en su segundo mes de crecimiento.Imagínatelo en el centro del círculo, inmerso en esa esfera de luz arco iris grandiosa.Deja que tu corazón le muestre que la lealtad a sí mismo es un valor necesario en su camino,para seguir en contacto con su propio corazón
y avanzar de la mano de su alma.
Nos unimos desde aquí a todas las esferas de luz arcoíris
que han creado los demás círculos en la distancia.
Y también a las esferas que han creado las personas que hoy se han unido en solitario.
Con la intención nos fusionamos todos en una gran esfera de luz arcoíris,
que envuelve a ese nuevo ser humano, que aún es un bebé.
Y juntos, como uno, no se expandimos por toda la Tierra.
Luz arcoíris derramándose ya sobre el planeta,
para ayudar a recordar que la voz del alma es el único camino que nos conecta con el amor. PAUSA
Luz arcoíris que ya envuelve a la Tierra.Que emite sin cesar el siguiente mensaje, para todos los que quieran escuchar:
Hermano, hermana, mira la luz que hay en tu corazón,
confía en ella y recupera la paz.Conecta con la alegría a diario,
porque eso te permitirá avanzar en unidad con tu corazón.Hermano, hermana, recuerda que la lealtad a ti mismo es el primer paso del camino,la base sobre la que debes avanzar para sentirte pleno y completo,para encontrar sentido en tu vida, a todo lo que te rodea y a ti mismo.
Hermano, hermana, escucha la voz de tu alma y hazle caso.
Recupera la unidad en tu interior
y proyéctala en cada uno de tus pensamientos, actos y palabras,
para que el mundo se vuelva a un lugar más grato, a partir de ti.
Esta Red de Luz que, entre todos, hemos creado continuará activa de manera permanente alrededor de la Tierra, para ayudarnos a todos a recordar. La hemos creado en unidad y por eso es infinita.
Damos las gracias a todos los Seres de Luz que voluntariamente nos han acompañado para realizar esta meditación.
A la Madre Tierra y a la Fuente, por aportarnos su luz e impulsarnos con amor.
A todos los asistentes, en presencia o en la distancia, por colaborar en unidad.
Coloca tus manos sobre la Tierra y solicítale que absorba de ti toda la energía que tu cuerpo físico no sea capaz de sostener
Lak´es a la kim
No hay comentarios:
Publicar un comentario